Poco sabemos del comportamiento animal y su relación con el de los humanos, pues bastante hemos subestimados a los animales. Sean estos de compañía o vivan en su hábitat natural, ellos presentan comportamientos y actitudes similares a los humanos, y es cada vez más frecuente conocer que también experimentan sentimientos semejantes a los nuestros.
De esta forma, sabemos que existen, al menos, cinco animales cuyo comportamiento es sabido comparable al de los seres humanos.
Estos magníficos animales son reconocidos por su gran capacidad de memoria. Se ha documentado que, al morir un miembro de su manada, son capaces de sentir su pérdida y llevar a cabo su “duelo” de forma semejante a los humanos, pues cubren el cuerpo inerte con hojas y ramas, incluso lloran, y permanecen junto a su compañero sin vida hasta por una semana. Asimismo, suelen visitan el lugar, en donde yacen los huesos de sus compañeros en años posteriores.
Investigaciones previas evidencian que, contrario a lo que se piensa de estos roedores, las ratas son capaces de sentir compasión por sus compañeras cuando éstas se encuentran en peligro. Mucho se habla de la compasión como empatía animal.
Es bastante reconocida la nobleza de los delfines hacia los humanos. Se sabe que ayudan a otros mamíferos, como las ballenas cuando éstas se encuentran varadas. No obstante, también extienden su ayudan a nadadores en inminente peligro de ataques por tiburones martillo. Aunque su sentido de protección es una facultad propia de ellos, también se les atribuye la reciprocidad, es decir, si tú me ayudas, yo te ayudo a ti.
Educar a los animales de compañía es la mejor opción para una sana convivencia en casa. Se sabe que los perros tienen la capacidad de percibir emociones y sentimientos que su humano está experimentando. En este sentido, cada que se les reprenden, los perros son capaces de mostrar remordimiento en su mirada, lo que nos indica que “sabe” que hizo algo mal. No obstante, estudios previos en este tema han demostrado que los perros son capaces de reaccionar de esta forma a emociones como enojo o ira, aun cuando ellos no hicieron algo mal. Aun así, su capacidad de respuesta al reconocimiento de emociones en humanos los hace susceptibles a sentir empatía.
La empatía y la compasión son sentimientos que ambos – animales y humanos- sentimos, y es esta semejanza la que nos hace afines y responder los unos con los otros.
Algunas investigaciones han demostrado que los perros son capaces de contagiarse emocionalmente cuando sus compañeros humanos presentan emociones felicidad, euforia, emoción, tristeza e incluso, depresión. Aunque esto es cierto, y puede causar un efecto bidireccional, o sea, no sólo de humanos a perros, sino también de perros a humanos, la realidad es que, la compañía de una mascota ha ayudado a sobrellevar en el humano cuadros de tristeza y depresión, ya que son capaces de reducir los efectos de soledad.
De esta forma, nuestras mascotas son más que animales, pues su capacidad de percepción y de sentir, en función de su humano: empatía afectiva es lo que los hace una excelente compañía y un buen amigo, además de una buena medicina.
