Sentir tristeza y querer llorar la pérdida es algo que querrás hacer por un periodo de tiempo después del fallecimiento. Aunque es cierto que no es bueno hundirse en estas actividades, evitarlas es algo que dificultará tu duelo.
Si puedes encontrar a familiares o amistades que hayan pasado recientemente por un suceso parecido, será incluso mejor. En caso de que esto no sea posible, bastará con que hables con tu círculo cercano sobre cómo te sientes.
Esto puede ser desde una ceremonia hasta una fiesta en la que invites a toda la gente que conoció a tu mascota o una escultura que mandes hacer o te decidas a realizar por cuenta propia. Lo importante es que sea algo significativo con lo que honres a tu mascota.
Date tiempo para procesar la pérdida y no compares tu progreso con el de otras personas. Aunque es cierto que los duelos tienen un tiempo promedio, no hay nada escrito porque cada experiencia es única.
No tienes por qué tirar los juguetes favoritos una semana después e incluso puedes conservar su juguete favorito por el tiempo que consideres si eso te ayuda a recordar con alegría la vida de tu mascota.
Similar al consejo anterior, la adopción de una mascota después de la pérdida no necesita realizarse en un momento determinado. Pueden pasar años y no tienes por qué sentir el peso de cumplir con una obligación.
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