La muerte es algo que nos abruma a todos. Pero para los niños pequeños en casa, la muerte de las mascotas puede ser un momento difícil de superar.
La relación de una mascota con la familia es muy significativa, en todos los casos son considerados como un miembro más de la familia. Basta recordar los momentos en que fueron nuestra compañía constante, cuando estuvimos enfermos en cama o al llegar a casa, siempre son los primeros en recibirnos con una gran sonrisa. Nuestras mascotas nos hacen sentir bien, son parte de nosotros y nosotros somos parte de sus vidas.
Muchas personas no se dan cuenta de lo traumática y confusa que puede ser la muerte para un niño. En la mayoría de los casos, la muerte de una mascota suele ser la primera experiencia de un niño con la muerte. Como padres, no podemos evitar que nuestros hijos sientan dolor de perder a su amigo, pero hay cosas que podemos hacer para que su proceso de duelo sea lo más saludable y manejable posible.
Aprende a lidiar con los cambios antes de incluir otros
Debes saber que no solucionaras nada con decirle al pequeño que le compraras otra mascota para que no llore. En algunas culturas orientales, las muestras de dolor se manifiestan abiertamente, no se reprimen, lloran y se lamentan, pues van soltando los sentimientos de pesar. El que lloremos cuando una mascota muere no es cursi ni muestra debilidad, sino una expresión sincera de nuestro sentir.
Según un estudio reciente, niños de entre 6 y 13 años no ven a sus mascotas como “sólo animales”, sino que los consideran como hermanos o mejores amigos con los que tienen fuertes vínculos emocionales.
Por eso es importante darle al niño la oportunidad de hablar sobre cómo se siente con respecto a la muerte, y dejarlos explorar sus sentimientos.
Los niños comprenden que algunas especies viven más tiempo que otras
Joshua Russel, profesor asistente en Canisius College y autor del estudio, sugiere que los niños tienen una noción de cuánto dura un ciclo de vida normal para varias especies animales. Por ejemplo, los niños comprenden que algunas mascotas como peces o hamsters tienen un ciclo de vida corto, pero inesperado para perros, gatos o conejos. El estudio reveló que aunque los niños sufrían por la pérdida de su mascota, son más propensos a aceptar la muerte de un animal que vivió todo su ciclo de vida.
Celebrar la vida
Existen muchas formas en la que los niños y sus familias pueden celebrar la vida de su mascota a través de ceremonias. Las ceremonias en torno a la muerte son algunas de las formas más significativas que tenemos de reconocer la vida de alguien. Las familias pueden planear una ceremonia como esparcir las cenizas de la mascota, crear un álbum de recuerdo, o plantar un árbol (existen urnas biodegradables que al enterrarlas ayudan a hacer crecer un árbol). Involucrar a los niños a participar puede ayudarlos a lidiar de mejor manera la muerte de su mascota.
Aceptar cuando una mascota muere es uno de los aspectos más difíciles de la vida. Pero si se maneja correctamente, la pérdida de una mascota puede ser una valiosa oportunidad para enseñar una lección de vida importante, sobre cómo tratar y aceptar, la pérdida de manera más abierta y saludable. Y darle a tu mascota una despedida digna.
Fuentes: